Vamos a ver el mundo juntos

50 temporadas de creación y esperanza

Esta historia comienza hace un poco más de cincuenta años…

En ese momento, en Quebec y en otras partes del mundo, una nueva generación se levanta contra un sistema que hasta entonces obstaculizaba verdaderos cambios en la sociedad. En todas partes, en las calles, en las fábricas, en los hogares, se habla de una revolución tranquila y se afirma con ardor la necesidad de una transformación social profunda.

En el ámbito teatral, también comienza una nueva era, vibrante y patriótica. Varios artistas concilian su pasión por el arte con su pasión por la política, alejándose de las instituciones para dirigirse hacia la creación colectiva y la expresión comprometida. Otros notan la marginación de un grupo social en particular, el de los niños, y lo eligen conscientemente como público específico.

En esta época aparecen los informes Parent (1963-1966) y Rioux (1966-1969), que conducen a «una democratización de la educación, nuevos enfoques pedagógicos, secularización de la sociedad, una explosión y renovación de prácticas culturales[1]«. Este contexto, que favorece las reflexiones sobre la emancipación del niño como espectador, permite a muchos creadores alejarse de las dos únicas formas en que parece adecuado dirigirse a los niños: lo maravilloso y el didactismo. Estos artistas se interesan profundamente en su público, aprenden sobre su desarrollo, se familiarizan con su forma de pensar, sus problemas y su lenguaje. Algunos se asocian con maestros, psicólogos y sociólogos para medir el impacto de las representaciones en los niños.

En medio de este magnífico oleaje, dos jóvenes artistas deciden también formar una compañía creativa. Impulsados por una visión de futuro, Gervais Gaudreault y Suzanne Lebeau eligen enfrentar resueltamente a las audiencias infantiles, que hasta entonces estaban acostumbradas a los cuentos de hadas. Se embarcan en un enfoque que los lleva a contarle al mundo a los niños «sin pretender la verdad, pero compartiendo las preguntas existenciales que nos acompañan desde el nacimiento hasta la muerte[2]«.

Así nace Le Carrousel, bautizado así por sus cofundadores para expresar el movimiento que el ojo absorbe, incluso desde un punto fijo.

Cincuenta temporadas después, aquí estoy como directora artística de la compañía, con unos 15 años de experiencia. Al igual que lo hicieron antes que yo Gervais Gaudreault y Suzanne Lebeau, me guía un profundo respeto por los niños y los jóvenes, quienes me inspiran cada día un poco más. Su mente abierta, su fuerza moral, su capacidad de adaptación y su infinito interés por el mundo son cualidades que los caracterizan y que me dan coraje, como adulta, como mujer, como artista.

En este comienzo de la 50ª temporada, que también coincide con el regreso a clases para millones de niños en todo el mundo, le deseo a Le Carrousel y a estos jóvenes seres humanos esperanza y solidaridad.

Juntos, artistas y niños, abracemos el mundo y celebremos su poderosa complejidad. Tomemos riesgos: cultivemos un interés por el Otro. Seamos flexibles en nuestra forma de pensar, en nuestras relaciones, en nuestra capacidad para entender a los demás. Interesémonos en la Humanidad en su totalidad, pero también en la biosfera. Investigemos el cómo y el porqué. Seamos investigadores tenaces e incansables, atentos a las diferencias, a las sutilezas, a la interdependencia de las cosas y los seres vivos, a todo lo que hace que el mundo sea mundo y nos moldea, como individuos.

Les deseo tiempo para seguir creciendo, curiosidad para seguir aprendiendo, amor para atreverse a adentrarse en lo desconocido, para abrazar lo invisible, para enfrentar lo inesperado.

Celebremos este hito en la trayectoria de la compañía que, al igual que la infancia y la juventud, tiene la energía de la inspiración y permite dar forma al futuro hacia nuevas perspectivas arraigadas en una historia larga y brillante.

Queridos niños, crezcan bien (estén preparados para todo).

¡Y que la historia de Le Carrousel siga escribiéndose por mucho tiempo más!

Marie-Eve Huot
Directora artística

[1] Lebeau, S. (2019). Écrire pour les jeunes publics, Dramaturges Éditeurs, p. 37-38.
[2] Idem, page 18.

Illustration : Stéphanie Robert